jueves, 23 de junio de 2011

Te has convertido en mi mayor necesidad.

Necesito hablar contigo. Tranquilo, no te preocupes, no es nada extraño; simplemente lo necesito. Verás, ¿sabes lo que se siente cuando no respiras, no duermes, o no comes? Son necesidades, son imprescindibles, ¿no es así? Pues eso es lo que siento ahora mismo. No digo que necesito hablar contigo, por usar un simple verbo, sino porque forma parte de mis necesidades diarias. Porque escuchar tu voz me hace feliz. Porque tu mirada me hace sentir única. Porque cada día junto a ti, es especial. Y eso es lo que me ha echo seguir adelante, porque tú eres especial, porque tú me has ayudado con tus palabras, miradas, caricias, abrazos, besos... Pero cometiendo un pequeño error; te has convertido en mi mayor necesidad.

miércoles, 22 de junio de 2011

Le esperaré todo lo que la vida me permita esperarle.

- ¿Le quieres?
+ Sí.
- Y él, ¿te quiere?
+ Sí.
- Entonces, ¿qué problema hay?
+ Ella...
- ¿Ella? Pero si ustedes se quieren...
+ Ya pero, da igual, nunca lo entenderías.
- Lo que tú no entiendes, es que es la oportunidad de tu vida, y estás ahí, sentada, esperando un milagro que no sucederá. ¿No crees que es mejor luchar, antes de quedarte esperando, sin más?
+ ¿Ves? No me entiendes.
- Pues explícamelo tú.
+ Pero si no soy yo, ni es ella...
- Entonces, ¿quién es?
+ Él.
- Pero, ¿no decías que te quería?
+ Y me quiere, pero su vida ahora está iluminada por su sonrisa, por ella. Y aunque digas que es mejor luchar, de esta manera él sufrirá; solo quiero lo mejor para él.
- Y lo mejor para él, es lo peor para ti...
+ Pero si fuera al revés; lo peor para él, sería lo peor para mí.
- Entonces, ¿le esperarás?
+ Todo lo que la vida me permita esperarle.

Para que tu sonrisa, no se apague nunca.

Te dicen que es malo mirar al pasado, que es malo recordar la felicidad que hoy, no tienes. Yo, no lo veo así. Mirando al pasado, recuerdas, te arrepientes, y a veces, vuelves a vivir. Porque no está de más recordar; cerrar los ojos, e imaginarte que vuelves atrás, que cambias un pequeño detalle del pasado y que hoy, eres feliz. Puedes volver a vivir, por unos segundos, por pequeños que sean, porque será mejor ser feliz dos segundos al día, a no serlo nunca. A veces, tenemos que mirar en positivo, ya que si nos preparamos para mirar, siendo negativos, nunca veremos nada positivo a nuestro alrededor. Por eso, ver la parte buena de los recuerdos, es positivo. Por eso, recordar con una sonrisa, es positivo. Por eso, ser negativo no está dentro de mis conceptos. Por eso, me encanta mirar atrás, sabiendo que fui feliz un día. Por eso, te dedico estas palabras, para que tu sonrisa, no se apague nunca.

Lo llamaré amor.

Me gusta que me mires, y me hagas sentir especial. Me encanta que me sonrías, y así, me hagas volar. Me siento afortunada, por poder observarte. Siento que soy la persona más feliz del mundo, cuando oigo tu voz, aunque no se dirija a mí. Porque sí, es así. No hablamos, a penas nos miramos, pero yo lo veo en tus ojos, yo lo noto en tu sonrisa; es amor. Quizás en tus circunstancias, no sea bueno mantenerlo. Pero por ti, haré como si no sintiera lo que siente tu corazón; haré como si no pudiera ver en tus ojos, lo que ves tú en mí. Recordando, que simplemente fingiré; porque dentro de mí, seguirá habiendo amor. Sí, amor. Amor a distancia, amor de desconocidos, amor prohibido... Llámalo como quieras, yo simplemente lo llamaré amor.

domingo, 12 de junio de 2011

Junto a él.

Yo. Camino, tranquila, sin prisas. "Hacía mucho que no caminaba por aquí sola", pienso. Y derrepente, un recuerdo. Ahí estaba yo. Caminando por el mismo camino que ahora. Pero con un pequeño detalle de más, o mejor dicho, un gran detalle para mí. Ahí estaba él. Caminando a mi lado. Lanzándome miradas de vez en cuando, haciéndose ver. Hablábamos muy poco, ya que nosotros, con una mirada nos lo decíamos todo. Reíamos sin saber por qué, y seguíamos de largo. Ahora, llego a mi destino. Es la despedida. Recuerdo ese "Bueno, adios". Esos ojos brillantes, que me hacían ver que no era un adios, sino un hasta luego. Y depronto, volviendo a la realidad recuerdo que estoy sola. Que camino sola. Y que si no fuera por el orgullo, ahora mismo, estaría recordándolo más que nunca. Junto a él.

martes, 7 de junio de 2011

¿Tú que me dirías?

Sé que me quieres. Sé que cada mañana te levantas echándome de menos, buscándome entre tus sábanas. Sé que cada noche sueñas con mis besos, y que los extrañas más que a nada en este mundo. Sé que lo darías todo por volver atrás, que lo arriesgarías todo, solo por tenerme de nuevo entre tus brazos. Sé que serías capaz de dar tu vida, por la mía; de venderte, solo por mi felicidad. Sé que sonríes al ver mi sonrisa; que lloras cada vez que derramo una simple lágrima, y la ves correr por mi mejilla. Sé que sufres en silencio mi ausencia, que cuando me ves, deseas con todo tu alma poder abrazarme y besarme sin este miedo, sin esta preocupación. Sé que luchas contra tus pensamientos, contra tus sueños, por estar yo en ellos... Pero, ¿y si te dijera que yo siento lo mismo? Si te dijera que yo también te quiero, y te echo de menos. Si te dijera que cada mañana me despierto pensando en ti. Si te dijera que no sales de mi mente, que nunca pude borrar de mi piel tus caricias, y de mis labios tus besos. Si te dijera que extraño tus abrazos, tu forma de mirarme mientras reía. Si te dijera que deseo con todas mis fuerzas volver atrás, para poder darte todo lo que un día no supe darte. Si te dijera que eres el protagonista de todos mis sueños y pensamientos. Si te dijera que quiero un mundo contigo... Si te lo dijera, ¿tú qué me dirías?