jueves, 1 de diciembre de 2011

Todo está por venir.

Tenemos la mala costumbre de poner “fin” a las relaciones; la mala costumbre de decir: “se acabó”, a la primera de cambio. Tenemos la mala costumbre de engañarnos a nosotros mismos en todos estos momentos. Porque al fin y al cabo, pasa el tiempo, y te das cuenta de un pequeño detalle; y es que ese amor, nunca murió. Cuando una relación llega a su “fin”, no es un fin para siempre; es un fin temporal. Porque en este momento, el amor no se acaba, sino que fluye, se eleva por el aire, hasta verlo desaparecer. En ese momento, todos lo dan por perdido, todos creen que se ha ido para siempre. Pero quien sabe. Quien sabe si un día el viento soplará tan fuerte, que devolverá todo el amor que un día hubo; quien sabe si los sentimientos que daban por muertos, vuelven duplicados. ¿Quién sabe? Nadie. Nadie lo sabe. Pero tenemos la mala costumbre de creer saberlo todo, aunque realmente, todo está por venir.

Son recuerdos.

- ¿De qué valen los recuerdos? Dan asco. Sobran en este mundo.
+ Esa será tu opinión...
- ¿Tú no opinas así?
+ Para nada.
- Escúchame, son una mierda...
+ ¿Qué razones tienes para decir eso?
- Lo paso mal porque me persiguen y siguen ahí...
+ Porque tienen que estar ahí.
- Quizás... Pero dime por qué razón tú no piensas como yo.
+ Porque lo que para ti son unos "recuerdos de mierda", para mí son lo mejor que tengo en este mundo. Lo que para ti sobra, a mí me mantiene viva.

Sólo hace falta madurar.

Sólo hace falta madurar, para aprender que la vida es un regalo, que hay que vivirla con paciencia, y que todo lo que nos pasa, todo lo que vivimos, todos los momentos, tanto buenos, como malos; valen la pena. Que no hace falta toda una vida para querer a una persona, siempre depende de su forma de ser y de la manera que encaja contigo; es como cuando encuentres a tu media naranja, que te darás cuenta de que no hará falta tres años, o cuatro para quererle de verdad, sino que en dos días, ya sabrás hacerlo de sobra. Para aprender que los regalos más grandes no están en venta, ni son materiales, sino que están archivados en nuestro corazón, como los mejores días de nuestra vida, o los momentos más maravillosos jamás vividos. Que los verdaderos amigos son increíbles, que merece la pena perder el tiempo de tu vida con ellos, pero que no estarán siempre; por eso hay que saber aprovechar cada momento al lado de todas esas personas que han estado cuando tú has estado mal, y sentir que no se irán nunca, aunque algún día sea así. Para aprender que los abrazos son la muestra de amor o amistad más grande que existe, que transmiten energía, y que pueden hacerte sentir la persona más feliz del mundo. Que tu familia no tiene precio, y que a pesar de todo, te quiere más que nadie. Para aprender que el amor, es amor en todas sus condiciones, y que no hay más que eso.

Sólo deseo ser feliz.

Ahora mismo, podría desear de todo. Podría desear estar en un palacio, con todas las comodidades del mundo. Podría desear comer a todas horas, y no engordar. Podría desear tener un amigo dispuesto a hacerme todos los deberes, todos los días, todo el curso; sin rechistar. Podría desear tener una limusina en la puerta de mi casa, con mi chofer personal, que me lleve a todos los lados, siempre que lo necesite. Podría desear tener un centro comercial en mi casa, con las mejores tiendas de ropa del mundo. Podría desear vivir en un pueblo que llevara mi nombre y apellidos, para que nadie se confundiera. Podría desear que el mundo fuera de colores en cualquier parte de éste, que los colores nos cegaran cuando camináramos por la calle. Podría desear ser mundialmente conocida, por una famosa marca de ropa, que yo sola he diseñado. Podría desear multitud de cosas, o mejor dicho, boberías. Pues sólo hay una cosa de este mundo, que deseo de verdad; ser feliz.


Diferente...

Hoy, siento algo realmente diferente, y por más que busco ese algo, no lo encuentro. Y es que quizás, la diferente, sea yo. Quizás, soy yo la que ha cambiado totalmente, y por eso, no encuentro la respuesta, porque ni mi cabeza está dispuesta a pensar en estos momentos. No me entiendo, ni me conozco, ni sé lo que siento, lo que pienso, lo que deseo. No sé las respuestas a mis preguntas. Ni sé cual será la decisión más adecuada. Ha pasado un año, incluso más; pero son demasiados palos, demasiadas desilusiones, demasiada desconfianza. "Es la adolescencia" dicen, y quizás tengan razón. Y es difícil la adolescencia, muy difícil. ¿Cómo enfrentarme a todo lo que me viene encima? ¿Cómo saber luchar? Y es que lo pienso bien, y me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera sido él, el que diera ese paso. ¿Qué hubiera pasado? ¿Ahora sería todo igual? ¿O sería totalmente diferente? Más preguntas sin respuesta, más y más. Por más que pienso, más empeoro. Quizás no tenga remedio. O quizás no haya una conclusión exacta a la que llegar. Quizás estas preguntas nunca tengan respuestas. O quizás, lo mejor es empeorar sin límites, caer, caer y caer de nuevo; entonces esperar que llegue él, para levantarme, para hacerme feliz, para hacerme sentir, la persona más afortunada del universo.

Quiero que me prometas algo.

Quiero que me prometas, que hoy vendrás a media noche, que me despertarás con un beso, y que huiremos juntos. Que me prometas, que ya nunca más importará lo que digan los demás, que esta vez solo existiremos tú y yo. Que me prometas, que el mundo será solo nuestro, y que seremos las personas más felices del universo. Quiero que me prometas, que esta vez no te irás de mi lado, que seremos uno, y que no habrán intervalos entre nosotros. Que me prometas, que podré despertar junto a ti cada mañana, que podré abrazarte y besarte sin miedo. Que me prometas, que romperemos todas las reglas, y empezaremos a vivir como nosotros realmente deseamos. Quiero que me prometas que crearemos la historia de amor que todos siempre desearon, y que nunca consiguieron. Que me prometas, que me tratarás como a una princesa a cada instante, y que me harás sentir que vivo en mi castillo, junto a mi príncipe azul. Que me prometas, que de los errores se aprende, y que tú y yo, no volveremos a cometer ni el más mínimo error. Quiero que me prometas, que esto es de verdad. Que me quieres. Que podremos ser felices, por fin. Hazlo, arriésgate y prométeme el cielo. Que yo te prometo, que si lo haces, en este mismo instante lo dejo todo, completamente todo; y me voy contigo.

Soy diferente.

Acepto que me engaño constantemente, y que a nadie le gustaría saber lo que soy realmente, bajo mis mentiras. A nadie le gustaría saber lo que pienso de los demás, ni mucho menos, lo que siento. Soy diferente, quizás por lo que me han echo sentir, o por la cantidad de palos que me ha dado la vida. Pienso que poco es lo que he aprendido comparado con todo lo que he pasado. Y a veces creo, que aprendí demasiado. Soy diferente, porque mis mentiras retratan todo lo que soy, a pesar de ser mentiras.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Todo quedó dicho.

Por un instante, el mundo se paró, y mi corazón dejó de latir. Pude notar como mi respiración ya no era la misma, y como mis lágrimas tenían un sabor más amargo. Las palabras parecían haber dejado de serlas, y en mi cabeza, los recuerdos se iban borrando, uno a uno. De pronto, la música ya no sonaba, ni podía escuchar los coches pasar. La vista se me cegó, y una oscuridad me llenó de pronto. Sentí la soledad más grande del mundo, y fue en ese momento, cuando supe, que había llegado la hora de decir adiós.

Es la vida.

Soy joven, y he vivido muchas experiencias para mi edad. He vivido muchas pérdidas, tanto de amistades realmente valiosas, como de amores que dejaron marca. He llorado muchas veces, algunas más merecidas que otras; y he sonreído muy poco. He vivido momentos maravillosos, junto a personas maravillosas. Y he vivido momentos horrorosos, junto a personas horrorosas. He querido volar, soñar, sonreír, morir, llorar, correr, gritar; en mi vida. He llegado a querer desaparecer de este mundo, por simples tonterías. Y he querido volver atrás millones de veces. He sentido que volaba en pocas circunstancias, pero he querido volar en muchísimas más. He luchado con todo mi corazón en algunos momentos; lo he dado todo, a cambio de nada. He sido la persona más estúpida de este mundo, y la más real. He soñado cosas que nunca imaginé. Y he vivido momentos que no cambiaría por nada de este maravilloso mundo. He sido fuerte y débil. He caminado hacia delante, y por cada paso que daba, retrocedía otros dos. He echo mucho daño, y me han echo mucho más. Admito que no soy la mejor persona del universo, pero tampoco soy la peor. Admito que no lo tengo todo, pero tampoco nada. Admito que he sido injusta en algunas circunstancias que no se merecían que lo fuera. Admito que he sido la persona más insoportable, antipática, imbécil, etc; que te puedes echar a la cara. Pero he querido, he querido a muchas personas. Y eso, al fin y al cabo, lo cambia todo.

¿Cómo explicarte tanto?

¿Cómo explicarte lo que eres para mí? ¿Cómo explicarte lo que me importan los días a tu lado? ¿Cómo explicarte lo que siento cuando estoy junto a ti? ¿Cómo explicarte lo insignificante que eres para el mundo, y lo grande que eres para mí? ¿Cómo explicarte lo que necesito tus besos? ¿Cómo explicarte todo lo que te echo de menos cuando te vas? ¿Cómo explicarte que recuerdo todos y cada uno de los días que hemos vivido juntos? ¿Cómo explicarte todo lo que te agradezco haber estado ahí, en los peores momentos y en los mejores? ¿Cómo explicarte las fuerzas que me das con un abrazo? ¿Cómo explicarte que una de tus palabras, equivalen a mil de cualquier otra persona? ¿Cómo explicarte lo que deseo tenerte siempre? ¿Cómo explicarte que te quiero, por encima de todo y a pesar de todo? ¿Cómo explicarte que me importas, como nadie en este mundo?

Sólo, con tu soledad.

Perder a una persona, es algo por lo que pasamos todos. Y tristemente, todos tenemos algo en común cuando nos pasa esto. Y es que te das cuenta de todo lo que te importa esa persona, después de haberla perdido. Cuando ves pasar los días, y sientes que la necesitas. Cuando ves que sonríe, y que no es contigo. Echas de menos todos esos momentos, y cuando ves a esa persona, cierras los ojos sin pensarlo, y empiezas a recordar. Normalmente, sin querer, tus ojos se llenan de lágrimas, y cuando te das cuenta, estás llorando frente a esa persona, con el corazón en un puño. Pero no tienes valor de decirle que lloras porque la extrañas. No tienes valor. Simplemente te das la vuelta, te secas las lágrimas y sigues caminando sólo. Tal y como te dejó; sólo, con tu soledad.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Quiero ser feliz.

Me gustaría ser como son los demás. No preocuparme por nada. Pasar de mi alrededor. Dejar de darle importancia a esas personas que no se lo merecen. Dejar de ser rara, diferente. Dejar de extrañar a quien fue mi mayor error. Dejar atrás todo... Quiero ser feliz.

Seguir sin ti.

Seguir adelante. Seguir mi camino. Seguir sonriendo. Seguir a mi manera. Seguir haciendo lo que me gusta hacer. Seguir siendo feliz. Seguir sin mirar atrás. Sólo seguir. Y no me interrumpas, porque quiero seguir sin ti.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Nunca me cansaré de quererte.

+ Te quiero.
- Todos los días me lo dices, ¿no te cansas?
+ No, no me canso de decírtelo; ni nunca me cansaré de quererte.

Lo necesito a él.


Si me preguntaras que necesito, quizás no supiera que contestarte. Porque podría decirte que necesito ser rica, pero al fin y al cabo, solo me haría feliz, ya que sé vivir sin ello. Podría decirte que necesito tener un cuerpo perfecto, pero no serviría de nada, pues mi corazón sería el mismo. Podría decirte que necesito volar, pero simplemente me gustaría hacerlo, ya que para algo tengo los pies. Podría decirte que necesito muchísimas cosas de este mundo, las cuales podrían ser completamente imposibles. Aunque quizás, pueda contestarte con total seguridad. Pues necesitar, necesitar... Lo necesito a él. 






Sin peros que valgan, simplemente, lo necesito a él.

Me he olvidado de quererte.

Me encontraba tranquila, pensando en mis cosas, y de pronto, te recordé. Quizás sea la primera vez que te recuerdo después de todo lo que ha pasado, pues nunca había dejado de pensarte, hasta ahora. Ahora mismo, pienso en lo que hemos vivido, y no me asusta el saber, que realmente la quieres a ella, que soy tu "pasado pisado". No entiendo lo que realmente me pasa. Pero sé que he de dejado de imaginar un futuro a tu lado, y de repente, me he olvidado de quererte.

No puedo hacer nada contra mi corazón.

- ¿Qué haces?
+ Hablar con él.
- Dijiste que lo habías olvidado...
+ Y lo he echo.
- ¡Mentira! Mira como eres con él...
+ Como solo puedo ser. Pues con él, el amor sale solo, no puedo hacer nada contra mi corazón.

Buscar... felicidad.

Desearía, en este mismo instante, partir a correr. Y correr, y no parar, hasta que el corazón me pidiera auxilio, y escuchara sus quejidos, sin respiración. Parar en seco, coger aire muy hondo, hasta reventar mis pulmones y gritar fuerte; muy fuerte. Tanto, como para quedarme sin voz años y años. Simplemente por probar, por descargar esta furia que me corroe. Simplemente por buscar tranquilidad en mis días, o, no sé; felicidad...


Aquí, y ahora.

¿Para qué volver atrás, y vivir de nuevo nuestra historia de amor; pudiendo crear aquí, y ahora, una nueva que borre el pasado, llene de felicidad nuestro presente, traiga promesas para el futuro?

domingo, 17 de julio de 2011

Te prometo, que será para siempre.

A veces, sueño con el día, en el que sin pensarlo, sin esperármelo, sin más; vengas a mí, y me susurres al oído, entre abrazos:
- Quiero un mundo contigo.
Te prometo, que en ese mismo instante, lo dejaré todo. Que todas las palabras se quedarán completamente cortas; que te haré sentir algo más que amor. Te prometo, que me faltará la respiración. Que podrás notar como tiemblo, a través de tu piel; que mi corazón latirá como nunca lo hizo. Te prometo, que los días serán extremadamente cortos, debido al sobrepeso de felicidad que habrá en ellos. Que podrás sentir como me derrito con tus besos; que haré todo lo que pueda para que seas la persona más feliz de este mundo. Te prometo, que podrás decir, con sinceridad, que estás a tres metros sobre el cielo. Que nuestra historia será la más hermosa jamás contada; que conocerás lo que es la felicidad verdadera. Te prometo, que cada mañana, te llevaré el desayuno a la cama. Que no te fallaré nunca; que seré tu sombra siempre y cuando lo necesites. Te prometo, que te agarraré de la mano, y que podrás leer en mis ojos, las ganas de no soltarte nunca. Que cada día, será una sorpresa; que sacaré de ti, la persona más optimista del universo. Te prometo, que te haré reír todos los días en los que creas que es imposible. Que sentirás vivir en un mundo en el que solo existimos tú y yo; que será el amor más perfectamente perfecto que ha existido nunca. Te prometo, de corazón, que no te arrepentirás de esto; que será para siempre.

jueves, 14 de julio de 2011

Es imposible.

Me gustaría que todo fuera como en las películas. Que el drama, fuera irreal, y que las parejas, se amaran de manera casi imposible. Me gustaría que un simple día, de esos de los que no se espera nada a cambio, me trajera al amor de mi vida. Que sin pensarlo, ese día fuera el mejor de mi vida, y que todos los demás, estuvieran llenos de amor. Me gustaría levantarme cada mañana a su lado, sabiendo que no será el único día que lo haga. Que los finales fueran felices, o que me esperara una segunda parte. También me gustaría que el mundo fuera un cuadrado, que girara alrededor de la enorme luna que alumbra todo el universo, y que el sol fuera una mota de polvo, sin más. Pero claro, son ilusiones, son sueños, son deseos, son imaginaciones... O mejor; es imposible.

jueves, 23 de junio de 2011

Te has convertido en mi mayor necesidad.

Necesito hablar contigo. Tranquilo, no te preocupes, no es nada extraño; simplemente lo necesito. Verás, ¿sabes lo que se siente cuando no respiras, no duermes, o no comes? Son necesidades, son imprescindibles, ¿no es así? Pues eso es lo que siento ahora mismo. No digo que necesito hablar contigo, por usar un simple verbo, sino porque forma parte de mis necesidades diarias. Porque escuchar tu voz me hace feliz. Porque tu mirada me hace sentir única. Porque cada día junto a ti, es especial. Y eso es lo que me ha echo seguir adelante, porque tú eres especial, porque tú me has ayudado con tus palabras, miradas, caricias, abrazos, besos... Pero cometiendo un pequeño error; te has convertido en mi mayor necesidad.

miércoles, 22 de junio de 2011

Le esperaré todo lo que la vida me permita esperarle.

- ¿Le quieres?
+ Sí.
- Y él, ¿te quiere?
+ Sí.
- Entonces, ¿qué problema hay?
+ Ella...
- ¿Ella? Pero si ustedes se quieren...
+ Ya pero, da igual, nunca lo entenderías.
- Lo que tú no entiendes, es que es la oportunidad de tu vida, y estás ahí, sentada, esperando un milagro que no sucederá. ¿No crees que es mejor luchar, antes de quedarte esperando, sin más?
+ ¿Ves? No me entiendes.
- Pues explícamelo tú.
+ Pero si no soy yo, ni es ella...
- Entonces, ¿quién es?
+ Él.
- Pero, ¿no decías que te quería?
+ Y me quiere, pero su vida ahora está iluminada por su sonrisa, por ella. Y aunque digas que es mejor luchar, de esta manera él sufrirá; solo quiero lo mejor para él.
- Y lo mejor para él, es lo peor para ti...
+ Pero si fuera al revés; lo peor para él, sería lo peor para mí.
- Entonces, ¿le esperarás?
+ Todo lo que la vida me permita esperarle.

Para que tu sonrisa, no se apague nunca.

Te dicen que es malo mirar al pasado, que es malo recordar la felicidad que hoy, no tienes. Yo, no lo veo así. Mirando al pasado, recuerdas, te arrepientes, y a veces, vuelves a vivir. Porque no está de más recordar; cerrar los ojos, e imaginarte que vuelves atrás, que cambias un pequeño detalle del pasado y que hoy, eres feliz. Puedes volver a vivir, por unos segundos, por pequeños que sean, porque será mejor ser feliz dos segundos al día, a no serlo nunca. A veces, tenemos que mirar en positivo, ya que si nos preparamos para mirar, siendo negativos, nunca veremos nada positivo a nuestro alrededor. Por eso, ver la parte buena de los recuerdos, es positivo. Por eso, recordar con una sonrisa, es positivo. Por eso, ser negativo no está dentro de mis conceptos. Por eso, me encanta mirar atrás, sabiendo que fui feliz un día. Por eso, te dedico estas palabras, para que tu sonrisa, no se apague nunca.

Lo llamaré amor.

Me gusta que me mires, y me hagas sentir especial. Me encanta que me sonrías, y así, me hagas volar. Me siento afortunada, por poder observarte. Siento que soy la persona más feliz del mundo, cuando oigo tu voz, aunque no se dirija a mí. Porque sí, es así. No hablamos, a penas nos miramos, pero yo lo veo en tus ojos, yo lo noto en tu sonrisa; es amor. Quizás en tus circunstancias, no sea bueno mantenerlo. Pero por ti, haré como si no sintiera lo que siente tu corazón; haré como si no pudiera ver en tus ojos, lo que ves tú en mí. Recordando, que simplemente fingiré; porque dentro de mí, seguirá habiendo amor. Sí, amor. Amor a distancia, amor de desconocidos, amor prohibido... Llámalo como quieras, yo simplemente lo llamaré amor.

domingo, 12 de junio de 2011

Junto a él.

Yo. Camino, tranquila, sin prisas. "Hacía mucho que no caminaba por aquí sola", pienso. Y derrepente, un recuerdo. Ahí estaba yo. Caminando por el mismo camino que ahora. Pero con un pequeño detalle de más, o mejor dicho, un gran detalle para mí. Ahí estaba él. Caminando a mi lado. Lanzándome miradas de vez en cuando, haciéndose ver. Hablábamos muy poco, ya que nosotros, con una mirada nos lo decíamos todo. Reíamos sin saber por qué, y seguíamos de largo. Ahora, llego a mi destino. Es la despedida. Recuerdo ese "Bueno, adios". Esos ojos brillantes, que me hacían ver que no era un adios, sino un hasta luego. Y depronto, volviendo a la realidad recuerdo que estoy sola. Que camino sola. Y que si no fuera por el orgullo, ahora mismo, estaría recordándolo más que nunca. Junto a él.

martes, 7 de junio de 2011

¿Tú que me dirías?

Sé que me quieres. Sé que cada mañana te levantas echándome de menos, buscándome entre tus sábanas. Sé que cada noche sueñas con mis besos, y que los extrañas más que a nada en este mundo. Sé que lo darías todo por volver atrás, que lo arriesgarías todo, solo por tenerme de nuevo entre tus brazos. Sé que serías capaz de dar tu vida, por la mía; de venderte, solo por mi felicidad. Sé que sonríes al ver mi sonrisa; que lloras cada vez que derramo una simple lágrima, y la ves correr por mi mejilla. Sé que sufres en silencio mi ausencia, que cuando me ves, deseas con todo tu alma poder abrazarme y besarme sin este miedo, sin esta preocupación. Sé que luchas contra tus pensamientos, contra tus sueños, por estar yo en ellos... Pero, ¿y si te dijera que yo siento lo mismo? Si te dijera que yo también te quiero, y te echo de menos. Si te dijera que cada mañana me despierto pensando en ti. Si te dijera que no sales de mi mente, que nunca pude borrar de mi piel tus caricias, y de mis labios tus besos. Si te dijera que extraño tus abrazos, tu forma de mirarme mientras reía. Si te dijera que deseo con todas mis fuerzas volver atrás, para poder darte todo lo que un día no supe darte. Si te dijera que eres el protagonista de todos mis sueños y pensamientos. Si te dijera que quiero un mundo contigo... Si te lo dijera, ¿tú qué me dirías?

viernes, 27 de mayo de 2011

Quiero que me quieras, si no es mucho pedir.

Quiero algo. Quizás te parezca demasiado difícil, quizás sea fácil. Pero quiero algo. Quiero que cada noche sueñes conmigo, con mi piel, con mis labios. Que para ti, sea un sufrimiento estar dos segundos sin mí. Que cuando no me veas, sientas que te falta el aire. Quiero que cada día a mi lado, sea para ti el mayor regalo de tu vida. Que me califiques como la única persona perfecta en este mundo. Que me mires con unos ojos, con los que solo me puedas mirar a mí. Quiero que cuando te llame, en tu móvil no veas simples números, sino corazones. Que desees rozar las palmas de mis manos, con las tuyas. Que le des gracias al mundo, por mi existencia. Quiero que seas capaz de todo, por mí. Que seas capaz de matar por ayudarme. Que me defiendas con uñas y dientes siempre. Quiero que para ti, sea la persona más maravillosa de este mundo, y que los demás, sobren. Que imagines un mundo en el que solo existimos tú y yo, y sueñes con vivir en él. Que cada noche te acuestes pensando en mí. Que con una mirada, pueda hacer que te de un vuelco en el corazón. Quiero que cada mañana te despiertes, echándome de menos, buscándome entre las sábanas. Que todas las canciones te recuerden a mí, y todos los días me envíes mensajes, con frases de ellas. Quiero...  Quiero que me quieras. Si no es mucho pedir.

martes, 24 de mayo de 2011

Olvídame.

Necesito que me ayudes en algo. Hace unos días que estoy mal, y necesito que me hagas un favor. No es muy grande, no puedes quejarte. Es simple. Verás, necesito que olvides. Sí, exacto; que olvides. Que olvides todo lo que llegué a sentir por ti. Olvida que te quise, que un día llegué a sufrir por tu ausencia. Olvida mi llanto de preocupación y desesperación. Olvida todos los besos que te di, a la luz de la luna. Olvida todas y cada una de aquellas palabras que llegaron a salir de mi boca. Olvida la soledad, la angustia, la tristeza, que cada mañana sentí. Olvida que algún día tuve ilusiones de amar. Olvida las esperanzas de ser feliz a tu lado. Olvida aquel "siempre" que desee. Olvida lo que llegó a ser el mayor regalo de mi vida. Olvida lo que llegué a ser por ti. Olvídalo. O mejor dicho, olvídame. Porque al fin y al cabo, estoy mejor sin ti.

domingo, 22 de mayo de 2011

Nunca te he olvidado, amor.

- Estoy mal...
+ ¿Por qué?
- Por ella.
+ ¿Qué ha pasado?
- Se ha acabado todo.
+ Tranquilo, seguro que se arreglará...
- No, no se arreglará nada. Ha llegado el fin, ya está.
+ Podrás ser feliz sin ella.
- ¿Cómo?
+ Enfrentándote a todo, sin miedo. Con la cabeza bien alta, y una gran sonrisa en la cara. Primero asegúrate, de que los recuerdos están borrados. De que todas las fotos, conversaciones, vídeos, canciones, etc; están totalmente borrados. Y no solo me refiero en el ordenador, o en el móvil, sino en tu mente, y en tu corazón. Asegúrate de que no rondan por tu interior, o por tu exterior. Luego, ya todo irá poco a poco. Puede que te cueste mucho olvidarla, conseguir sonreír sin ella. Pero algún día lo conseguirás. No sé si será cercano, o lejano; pero lo conseguirás. Aunque realmente, no prometo nada, ya que todo esto no me sirvió para nada, cuando era yo la que estaba en tu situación. Cuando era yo la que soñaba con sus besos, con poder rozar su piel sin miedo. Cuando era yo la que extrañaba todo lo relacionado con él.
- Por lo menos lo olvidaste...
+ No, nunca lo he echo.
- ¿Todavía sigues enamorada?
+ Desde el primer día que lo vi.
- Y ¿quién es él?
+ Ya, realmente, es inevitable ocultarlo... Y es que nunca te he olvidado, amor.

sábado, 21 de mayo de 2011

Lo que diariamente grita, tu pobre corazón.

Momentos de soledad. Momentos de tristeza. 
Sé que quieres correr. Hacer las maletas y huir. Desaparecer por un tiempo, y si es necesario; para siempre. Alejarte de todo lo que hoy te hace daño, lo que hoy te hace llorar; para mañana poder sonreír sin necesidad de fingir ante a los demás, simplemente, feliz. Sé que en estos momentos, solo deseas estar sola, olvidar todo. Acostarte en tu cama, encerrada en tu habitación, ponerte los cascos, de manera de que no puedas escuchar el exterior; y hundirte en tus pensamientos, en tus recuerdos. Para poder, por fin, escuchar de verdad. ¿La música? No. Sé que no quieres escuchar música, y aunque eso sea lo que entra por tus oídos, sé que no es lo que escuchas. Simplemente, para poder escuchar a tu corazón. Porque sí, tienes corazón. Un corazón que sufre, por esa confusión. Esa gran confusión, que ha echo de ti, el mayor desastre.
Simplemente escúchalo, saca fuerzas pequeña, algún día podrás saber que es lo que dice tu corazón, lo que diariamente grita, tu pobre corazón.

martes, 17 de mayo de 2011

El camino hacia la felicidad.

Basta con creer que una sonrisa es capaz de cambiarlo todo. Que una mirada, esconde secretos. Que la vida, es un regalo, que "El señor de la felicidad", nos ha dado a todos. Para que todos nos demos cuenta de que si no ha cambiado nada, es porque todavía no nos hemos enfrentado a los problemas con la frente bien alta, y la sonrisa por delante de todo. Que si no hemos encontrado los tesoros y maravillas que esconde este mundo, es porque no hemos buscado en la mirada de todos aquellos que nos rodean. Que si no hemos sido felices durante nuestra vida, ha sido porque no hemos querido, o simplemente, porque hemos desobedecido, desaprovechando este regalo, que realmente vale oro, y no nos hemos dado cuenta. Basta con confiar en las personas que nos rodean, ya sean amigos, compañeros, familiares, conocidos, o incluso, desconocidos; para darnos cuenta de que lo mejor de esta vida, no solo se encuentra en el amor, sino en el apoyo que todas estas personas, llegan a darnos durante nuestro camino.

Porque, en nuestro camino hacia la felicidad, sin darnos cuenta, estamos creando felicidad verdadera, incluso antes de llegar a nuestro destino. Y es así. No caminamos hacia una meta que se encuentra fija, en un lugar determinado. Ya que el final, solo lo pones tú.

Mándame un beso.

Mándame un beso. No lo quiero por e-mail, ni por carta. No lo quiero en un sobre, ni en un paquete. No lo quiero seco, ni mal mandado. Simplemente, mándame un beso, que vuele. Que, como una pequeña mariposa, haga surcos en el aire, creando corazones. Que revolotee por todo el exterior, preparándose para adentrarse en un nuevo mundo. Que sea ligero, pero a la vez, cargado de amor. Mándame un beso, de color rojo pasión. Que sepa dulce. Que sea despacio, y largo. Mándame un beso, que vuele, con un fin, con un destino, con una meta. Mis labios. Y que al posarse en ellos, se desvanezca, como si hubiera nacido, solo para mí. Como si su destino de la vida, fuera posarse levemente en mis labios, para allí, poder morir en paz. Mándame un beso, que vuele, y que sobretodo, haga volar.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Nuestra mente, nació distorsionada, porque nació para amar.

Muchas veces, nos rendimos antes de tiempo. Muchas veces, decimos "no", antes de saber si realmente podría haber sido "sí". Muchas veces, lloramos sin parar, incluso sin saber el por qué. Muchas veces, sonreímos, o dejamos de sonreír, sin motivo. Muchas veces, nos mentimos a nosotros mismos, y quedamos parados, sin hacer nada, mientras vemos que la oportunidad de nuestra vida huye, solo por el echo, de ese simple pensamiento que nos dice que nunca hubiera pasado nada. Muchas veces nos paramos a pensar en todo esto, en lo que ahora mismo yo pienso, pero en cambio, no llegamos a ninguna conclusión lógica. 
Pensamos, sin pensar. Actuamos, sin actuar. Luego nos arrepentimos, y realmente, sufrimos. Somos negativos, y si no ponemos de nuestra parte en el amor, nada irá bien, pues no es difícil ver la parte negativa de toda relación. Solo hay que respirar, convencer a nuestra mente de que solos podemos, y dejarnos llevar.
Estamos acostumbrados a tener todas las cosas ya echas, por eso, utilizamos las opiniones que la mente ha creado por sí sola, en vez de escuchar al corazón, y crearla por nosotros mismos. Y así, es como surgen los problemas, y los arrepentimientos.
Podríamos pensar que nuestra mente se ha distorsionado, poco a poco, con el paso del tiempo, por culpa del amor. En cambio, yo no lo veo así. Yo pienso, que nuestra mente, nació distorsionada, porque nació para amar.

domingo, 8 de mayo de 2011

Gracias, amiga.

- ¡Eh! ¿Por qué lloras?
+ Porque... él...
- ¿Qué pasó con él?
+ Él...
- Dime, por favor.
+ Me ha dejado.
- ¿Por qué?
+ No lo sé, me ha dejado; sin más. No lo entiendo. Me pone millones de escusas, ninguna válida. Dios, ya no sabía a donde ir. Acudo aquí, ni siquiera sabía si estarías. Estoy perdida en este mundo. Ya sé como se ve mi alrededor en blanco y negro, ¡si él era el que pintaba mi mundo de color! Ya no sirvo para nada. No pinto nada aquí, quiero desaparecer. ¡Quiero morir!
- ¡Eh! Tranquila... Estoy aquí para todo, ¿vale?
+ Sí, pero...
- Pero nada. Mira te diré algo.
+ Dime.
- En la vida, tenemos que aprender que nada es para siempre. Que todo lo que sube, baja. Que todo lo bueno, trae su parte mala. Que todo cuento, tiene su final. Y sobretodo, tenemos que ser consientes de eso; siempre. Sé que ahora estás perdida. Que no sabes a donde ir. Que te sientes pequeña, indefensa, y el mundo se te hace demasiado inmenso para ti. Sé que no es fácil sonreír. Ni que lo será en los siguientes días, semanas, meses, o incluso, años. Pero, ¿sabes qué? Que el mundo no acaba aquí pequeña. El mundo acaba de empezar. Verás, que poco a poco empezará a tener su color, pálido, pero su color. Verás que no te hará falta él, ni ningún chico para volver a sonreír. Verás...
+ Veré, que la única persona que me puede hacer reír, sabiendo que me hizo reír ayer, y me hará reír mañana; eres tú.

Y te enamoras, sin pensarlo; sin saber.

Llega un momento en tu vida, en el que crees saberlo todo. Un momento, en el que todas las personas de tu alrededor, crees conocerlas completamente, y crees saber como fueron, como son, y como llegarán a ser, incluso sin conocerlas. Un momento, en el que crees ver tu futuro en tus manos, y saber todo lo que sucederá. Un momento, en el que imaginas todo lo que viene de frente, hasta que sucede algo de imprevisto. Hasta que... Aparece él. Con su sonrisa, te hace olvidar todo lo que llegaste a pensar sobre los chicos. Con su mirada, te hace enloquecer, de tal manera, que crees haber olvidado incluso tu nombre. ¿Será magia? Te preguntas. Hasta que llegas a la conclusión de que no es magia; sino amor. Pasan los días, y empiezas a volver al presente, olvidando el pasado, y lo que creías saber de tu futuro; volviendo a nacer. Sin saber como será lo que te espera, te adentras en un nuevo mundo, que él mismo está creando para ti; dentro de su corazón.

lunes, 2 de mayo de 2011

"Adios, promesas rotas".

Hoy quisiera confesar algo. Algo que llevo guardando dentro mucho tiempo atrás. Algo, que solo yo sé. Y que solo una pequeña hoja guarda. Algo, una historia; él. 
Hoy estoy sentada, frente a una gran hoguera. En medio de la nada, y teniendo esta hoja arrancada de mala manera entre mis manos; en medio de todo.
Hoy, quisiera leer, una vez más estas pequeñas palabras, que un día, fueron grandes.
Querido diario:
Hoy estás espléndido, como cada mañana. Te daré las gracias por escucharme, una vez más. Hoy me siento generosa. Pienso que el mundo gira perfectamente. Que los niños juegan en el parque como deberían de jugar. Que todo está en su lugar, y yo en el mío. Diario, gracias por acompañarme, en este camino hacia la felicidad. En la que él me ayuda a conseguirlo. Él es lo mejor que me ha pasado en la vida, te lo prometo. Ayer, me juró amor eterno. Hoy seguro que nos veremos de nuevo. Y como cada día, me susurrará al oído millones de veces que me ama. ¡Dios, adoro cuando hace eso! Lo hace perfectamente, sus labios redactan a la perfección esas palabras, y su voz, no puede ser más perfecta. Él es perfecto, todo él es perfecto. Sé que no me fallará nunca. Diario, he aprendido, en un mes, a vivir en total felicidad junto a él. Y estoy segura de que si lo pierdo, nunca aprenderé a vivir sin él siquiera, imagínate olvidarle. Nunca nadie me ha echo sentir como él hace. Con esas palabras, con esos besos, con esos abrazos. Diario, sé que te vuelvo loco, pero es que sus abrazos, son los mejores abrazos que una persona puede sentir. Mucho mejor que los abrazos que te doy, cuando termino de hablarte de él. Son mágicos. Me hacen sentir especial. Realmente especial. Como él. Muy especial. ¿Sabes qué? Nunca me alejaré de él. Ya lo tenemos todo planeado. Nos casaremos, viviremos en Nueva York. Él se hará un famoso actor, y yo una famosa actriz. Haremos películas juntos. Nuestros hijos saldrán con dotes de famosos. Y seremos las personas más felices de todo el mundo entero. ¡Prometido! 
Bueno, voy a verle de nuevo, dice que tiene algo muy importante que decirme, será que me ama, como siempre. ¡Qué feliz me hace!
Adios diario.
Hoy, lloro. 
Hoy, no está.
Hoy, aprieto con fuerza esa pequeña hoja contra mi pecho, y la arrojo al fuego.
"Adios, palabras. Adios engaños, mentiras, ilusiones, esperanzas. Adios, promesas rotas".



jueves, 28 de abril de 2011

Todo lo que vivo, es amor.

Tengo que decirte algo. Sé que hace tiempo que no sabes nada de mí, sé que me fui sin avisar; y lo siento. Pero fue lo que sentí en ese momento, y no pude contenerme las ganas de amar
Yo abandoné este mundo hace tiempo. Estoy en otra parte, en la que solo tú me puedes encontrar. Estoy en un mundo, en el que todo es diferente. Un mundo que me ha enamorado.
Estoy en un sitio, en el que los edificios llevan grabadas tus fotos, las carreteras son de tu color favorito, los árboles son con las frutas que más te gustan. Todas las tiendas, restaurantes, y habitantes tienen tu nombre; sean del sexo que sean. Los coches son todos como tu preferido. En los restaurantes, kioskos, supermercados, bares; solo se venden los alimentos que a ti te gustan. Las nubes son rosas, como esas golosinas que te gustan a ti. Las playas son todas con el agua cristalina, y la arena blanca; como siempre has deseado tú. Las flores son de todos los colores habidos y por haber, como a ti te gustan. Todo gira en torno a ti. Todo eres
Por eso siempre que me ven, estoy distraída, jugando con los únicos juguetes que se venden en la juguetería; con los que jugabas cuando eras pequeño.
Podrían decir que estoy loca, pero no sería ningún problema para mí, es más; lo aceptaría. ¿Y sabes por qué razón? Porque todo lo que vivo es locura, una locura, que solo se vive cuando estás enamorado. Todo lo que vivo, es amor.

miércoles, 27 de abril de 2011

El tiempo.

El tiempo pasa, y la gente cambia. El invierno acaba siendo verano, y el verano acaba siendo invierno. Los desconocidos, acaban siendo amigos, y los amigos; desconocidos. El mejor amigo de siempre acaba siendo el verdadero amor de toda una vida por delante, y el falso amor, acaba siendo el peor enemigo para siempre. Pero principalmente; el tiempo pasa. Quizás la gente piense que los amigos cambian con el tiempo; yo prefiero verlo, como que el tiempo es el que muestra verdaderamente como son, lo que son; lo que nunca hemos visto en ellos. La gente, se suele hacer preguntas estilo: ¿Cómo pueden cambiar las cosas tanto, después de todo este tiempo? O simplemente, desean que el tiempo no pase nunca. Pero es inevitable, es tiempo; es magia. Toda la vida es tiempo. Toda la vida, la pasamos pendientes a unas simples agujas, que marcan el tiempo. Así es. Pero son agujas, no es magia. Nunca debemos pensar, que por que una persona sea especial, su ropa deba serlo. Realmente, la ropa, a veces, transmite lo que una persona siente. Pero no siempre mediante ella podemos conocer a otra persona; para nada. Y las agujas del reloj, son lo mismo. Solo transmite parte de lo que el tiempo puede decir, pero nunca transmitirá realmente la magia que puede llegar a transmitir el tiempo. 
Sé que está mal, pero has un esfuerzo, y mira hacia detrás. ¿Qué ha pasado con todo ese tiempo que perdiste? ¿Con todo el que malgastaste? ¿Con todo ese tiempo, que nunca supiste sonreír, ni saltar, ni bailar; ni siquiera tuviste ganas de volar? ¿Sabes qué ha pasado con él? Nada. Absolutamente nada. ¿La razón? El tiempo no puede protestar. Es educado, acepta siempre tu decisión, y la de tu conciencia. Por eso, hoy ese tiempo ya no está aquí. Porque yo nunca he creído en esa frase: "Voy a recuperar todo el tiempo perdido"; porque nunca podrás volver a recuperar ese tiempo. Lo pasarás bien, no perderás más tiempo, y todo lo que sufriste un día, lo dejarás de sufrir; sí. Pero no recuperarás ese tiempo, porque nunca volverá a tener magia, nunca volverá a ser tiempo.