Hoy es un día increíble que me gustaría haber pasado a tu
lado. Un día que hubiera significado muchísimo, en el que hubiera habido
regalos y gestos de cariño. Un día junto a ti, para llenarlo de recuerdos que
guardaría por siempre.
Me he propuesto escribirte esta carta, hoy,
exactamente hoy, para decirte que pase lo que pase, yo siempre, siempre,
siempre te querré. Y para decirte cosas que nunca te he dicho. Aunque quizás,
sea un poco más difícil de lo que creía. Sabes todo, sabes todo lo que siento y
lo que no. Sabes lo que he pasado por ti. Conoces todas y cada una de las
lágrimas que he derramado por ti. Conoces mis gestos, mis detalles contigo.
Conoces mi forma de ser. Me conoces, casi mejor que nadie. Por eso hoy, me voy
a conformar con decirte que te quiero, lo demás, lo sabes de sobra.
Sinceramente, me hubiera gustado estar hoy contigo. Sentirte
a mi lado. Pero sé que es imposible y por esa razón, te diré algo. Hoy voy a
crear el día que nunca existió. Y cuando necesite escucharte, recordaré tus palabras
y sentiré que estás susurrándomelas en este mismo momento al oído. Cuando
necesite verte, cerraré los ojos e imaginaré que estás a mi lado, mirándome
como solo tú sabes hacerlo. Cuando necesite… No; cuando te necesite, apretaré
con fuerza mi puño, sintiendo como tus dedos se entrelazan con los míos, para
sentir que me proteges, que estás aquí conmigo, que estás pasando junto a mí
este día tan maravilloso. Para sentir que me estás diciendo, sin dejar de
mirarme a los ojos, que este no es el único año que celebraremos juntos; y que
me quieres… Más bien, para sentirte. Sentirte junto a mí todo el tiempo.