Dime a dónde ir, que te seguiré siempre♥.
martes, 4 de septiembre de 2012
No hay nada más bonito que verte sonreír.
Y es que no entiendes que no quiero que sea otro el que me
abrace, el que me bese, el que confíe en mí y me haga confiar en él. El que me
quiera tal y como soy, el que me acaricie, el que me haga rabiar. El que me
haga sentir que vuelo, el que se preocupe por mí, el que me deje dormir en sus
brazos. No entiendes que no quiero que sea otro el que haga tu papel. No
entiendes que no hay nadie que pueda hacerme sentir lo que tú haces. Que por
mucho que lo intenten otros, ninguna palabra sonará mejor en otra boca que no
sea la tuya, ni ningún beso me sabrá mejor que uno de los tuyos. Que por mucho
que lo intenten otros, nadie será lo que tú ahora eres. Porque, para mí, no hay
nada más bonito que verte sonreír y eso nadie puede cambiarlo.
miércoles, 22 de agosto de 2012
La pareja perfecta.
Nunca imaginé que podríamos acabar así. Por un momento pensé
que, por fin, habíamos encontrado la felicidad el uno en el otro. Que, por un
momento, habíamos aceptado que estábamos hechos para estar juntos. Me engañé
tanto que imaginé que esta vez sería distinto. Imaginé que esta vez los dos
seguiríamos genial, queriéndonos a más no poder, demostrándonos día tras día
que era ahí, el uno junto al otro, el lugar donde queríamos estar. Por un
momento pensé que ésta sería nuestra ocasión. Que volveríamos a besarnos todos
los días como si no hubiera otro día, como si no hubiera otros labios. Que nos
abrazaríamos como si no quisiéramos soltarnos nunca más. Que nos dijéramos todo
lo que sentimos a cada segundo y que, de esta manera, soltáramos un millón de “te
quiero” durante todo el día. Yo quería que esto fuera así, quería que esto
acabara así. Quería que cambiara y que, por una vez, fuéramos perfectos. La
pareja perfecta.
Acéptalo todo y vuelve.
Dicen que el amor de tu vida es uno solo, que aparece y si
lo dejas escapar, no vuelve nunca más. Dicen que cuando lo encuentras, sabes
que es él, sabes que es el amor de tu vida nada más verlo. Dicen que el amor de
tu vida será la persona más importante de tu vida, que le querrás a rabiar y
matarás por él. Dicen que el amor de tu vida es aquel que estará a tu lado cada
día, cada noche a tu disposición. ¿Y si siento que eres tú el amor de mi vida?
¿Y si siento que todas estas palabras que dicen me recuerdan a nuestra
historia? ¿Qué pasaría en ese caso? ¿Lo aceptarías? ¿Aceptarías que si me dejas
escapar, se irá todo tu futuro? ¿Aceptarías que si me voy ahora, no volveré
jamás y te faltará el aire? ¿Aceptarías que estamos hechos el uno para el otro?
¿Lo aceptarías? Porque yo lo estoy haciendo. Estoy aceptando que quizás nunca
lo hicimos del todo bien, que quizás tanto tú como yo nos merezcamos una
segunda oportunidad para darnos todo lo que, antes, no supimos darnos. Acepta
que quizás debamos volver atrás por un solo segundo, por uno solo, para
descubrir que entre nosotros encontramos todo el amor que antes habíamos
buscado en otras personas. Acepta lo que nunca debimos dejar de tener y hacer
juntos, lo que podríamos ser en este
mismo instante. Acéptalo todo y vuelve.
martes, 10 de julio de 2012
No cambies nunca.
Dime, por qué razón debería de cambiar lo que soy, por qué
razón debería dejar de hacer lo que a mí me gusta, de sonreír con las cosas que
sólo yo considero realmente importantes. Dime, por qué debería de ser lo que él
quiere que sea, si yo soy así. Dime, por qué debería de cambiar mi forma de ser
y mi físico sólo para que él me vea mejor. Hay un millón de personas en el
mundo, todas diferentes y sé que si a alguien no le gusto, tal y como soy, es
porque no soy yo, con mis más y mis menos, la persona que él busca. No quiero
fingir ser quien no soy, no quiero sonreír los días que, realmente, quiero
llorar sólo porque una persona lo prefiera. Porque un día encontraré a alguien
que me quiera así, alguien que me pida que no cambie nunca.
Esa manera que tienes de mentir.
- Hola.
+ Hola...
- ¿Me recuerdas?
+ Lo mínimo.
- Ya... A pesar de todo, parece que no fue tan difícil olvidarme.
+ Ya ves...
- Y, ¿cómo te va sin mí?
+ Mejor que nunca.
- Entonces, ¿eres feliz?
+ Totalmente.
- ¿Sabes? Hay algo que siempre he adorado de ti.
+ ¿El qué?
- Tu manera de mentir.
+ Hola...
- ¿Me recuerdas?
+ Lo mínimo.
- Ya... A pesar de todo, parece que no fue tan difícil olvidarme.
+ Ya ves...
- Y, ¿cómo te va sin mí?
+ Mejor que nunca.
- Entonces, ¿eres feliz?
+ Totalmente.
- ¿Sabes? Hay algo que siempre he adorado de ti.
+ ¿El qué?
- Tu manera de mentir.
Rutina.
De repente, ocurre algo. Eres feliz, eres la persona más
feliz. Pasan las horas y te das cuenta de que esa felicidad, ya no está; ¿a
dónde a ido? Es sencillo. Sigue ahí, pero no la ves, y ¿sabes por qué razón?
Porque se ha convertido en rutina, como todo lo demás.
martes, 15 de mayo de 2012
"Hoy".
Querría decirte millones de cosas. Cosas como que siempre
fuiste y siempre serás la persona que más marcó mis días. Cosas como que te
quiero por encima de todo el mundo, todo, todo. Cosas como que los momentos a
tu lado, los recordaré siempre.
Hoy es un día increíble que me gustaría haber pasado a tu
lado. Un día que hubiera significado muchísimo, en el que hubiera habido
regalos y gestos de cariño. Un día junto a ti, para llenarlo de recuerdos que
guardaría por siempre.
Me he propuesto escribirte esta carta, hoy,
exactamente hoy, para decirte que pase lo que pase, yo siempre, siempre,
siempre te querré. Y para decirte cosas que nunca te he dicho. Aunque quizás,
sea un poco más difícil de lo que creía. Sabes todo, sabes todo lo que siento y
lo que no. Sabes lo que he pasado por ti. Conoces todas y cada una de las
lágrimas que he derramado por ti. Conoces mis gestos, mis detalles contigo.
Conoces mi forma de ser. Me conoces, casi mejor que nadie. Por eso hoy, me voy
a conformar con decirte que te quiero, lo demás, lo sabes de sobra.
Sinceramente, me hubiera gustado estar hoy contigo. Sentirte
a mi lado. Pero sé que es imposible y por esa razón, te diré algo. Hoy voy a
crear el día que nunca existió. Y cuando necesite escucharte, recordaré tus palabras
y sentiré que estás susurrándomelas en este mismo momento al oído. Cuando
necesite verte, cerraré los ojos e imaginaré que estás a mi lado, mirándome
como solo tú sabes hacerlo. Cuando necesite… No; cuando te necesite, apretaré
con fuerza mi puño, sintiendo como tus dedos se entrelazan con los míos, para
sentir que me proteges, que estás aquí conmigo, que estás pasando junto a mí
este día tan maravilloso. Para sentir que me estás diciendo, sin dejar de
mirarme a los ojos, que este no es el único año que celebraremos juntos; y que
me quieres… Más bien, para sentirte. Sentirte junto a mí todo el tiempo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)